El futuro de Microsoft en juego: La compra de Activision Blizzard puede costarle caro
Microsoft se encontraba en pleno proceso de adquirir la empresa de videojuegos Activision Blizzard, responsable de títulos como Call of Duty y World of Warcraft. Sin embargo los reguladores británicos han bloqueado el acuerdo por preocupaciones de competencia y ahora se ha revelado que existe una cláusula de 3.000 millones de dólares en caso de que la adquisición no se concrete.
El CEO de Microsof, Brad Smith, hizo un descargo y expresó que " Esta desición es el día más oscuro en nuestras cuatro décadas en Gran Bretaña"
Durante una entrevista con la BBC, Smith afirmó que la capacidad de Microsoft para hacer negocios en el Reino Unido se había visto gravemente afectada y sugirió que consideraría expandirse en la Unión Europea. Se cree que su mensaje tenía como objetivo incentivar a los reguladores de la UE, quienes aún no han emitido su veredicto sobre el acuerdo, así como plantear el delicado tema político del Brexit en el Reino Unido.
Esta cláusula, que se activaría si la adquisición fracasa, podría suponer una gran pérdida financiera para Microsoft. Con Activision Blizzard valorada en alrededor de 70.000 millones de dólares, esta operación representa una gran apuesta estratégica para la empresa responsable de Xbox, que busca fortalecer su posición en la industria de los videojuegos. Cabe destacar que tras la negativa de compra, las acciones de Activision han sufrido una importante caída de la que aún no pueden recuperarse.
A pesar de que Microsoft continúa avanzando con el proceso de adquisición, parece claro que la resolución de la situación no será inmediata. Tanto los ejecutivos de Microsoft como de Activision Blizzard son conscientes de que el rechazo del regulador británico podría influir en la decisión de otros países.
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Además, ambas empresas deben estar preparadas para una posible apelación ante las autoridades británicas, lo que podría extender el proceso durante otro año. Sin embargo, el resultado final de la adquisición sigue siendo incierto.
Durante las próximas semanas uchos se preguntan cuál será el desenlace de la situación y cómo afectará el futuro de la empresa. ¿Microsoft pagará la cláusula para seguir adelante con la adquisición o buscará otras alternativas para consolidar su posición en el mercado? Mientras tanto todos los ojos estarán puesto en el veredicto.
